Mientras sigue la conmoción en la localidad cordobesa de Los Reartes por el femicidio de Rosana Rotchen, la mujer que fue asesinada el martes por su expareja de un balazo en la cabeza, se conoció el perturbador mensaje que dejó Adrián Pérez Tica después de cometer el crimen.
“En la vida hay que ser justo, pagá lo que debés”, fue lo que escribió el femicida con una tiza en la pared, como un claro indicio de su falta de remordimiento.
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La frialdad de Pérez Tica, que se sentó a tomar whisky y le mandaba mensajes a los hijos de la víctima mientras esperaba la llegada de la policía, completó la macabra escena que ahora investiga la Justicia.
Un femicidio anunciado
En diálogo con El Doce, la hija de Rosana, Denise Noeliaher, contó que Pérez Tica nunca aceptó que su madre había decidido terminar la relación.
Según el testimonio de la joven, el día del hecho su mamá le había mandado mensajes extraños a sus proveedores. Su actitud puso en alerta a su hermano, que enseguida intentó comunicarse con ella pero sin éxito.
Fue entonces cuando contactaron a Pérez Tica, quien respondió cruelmente: “¿Ahora te acordás de tu mamá? Ya es tarde”.
Después, el femicida envió un audio a otro de los hijos de la víctima, en el que confesaba explícitamente el crimen: “Le volé los sesos por culpa tuya y de tu hermano”.
Antecedentes de violencia
Rotchen y Pérez Tica estuvieron juntos siete años, pero ella decidió separarse a fines de 2024. A pesar de la separación, seguían viviendo juntos y su familia desconocía la ruptura.
Pérez Tica tenía antecedentes de violencia de género con su anterior pareja, lo que le valió una restricción perimetral. Sin embargo, Rotchen nunca denunció agresiones físicas.
Denise lamentó no haber visto venir el femicidio. Aunque su madre era una mujer fuerte, sostuvo en la entrevista, no sabía que sufría violencia psicológica.
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La hija de la víctima describió al acusado como un hombre celoso y controlador, que había llegado a impedirle a Rotchen contratar un albañil por celos infundados.
El pedido de justicia
Denise recordó a su madre como “una luchadora de la vida, siempre estaba contenta y cumplió casi todos sus sueños”.
En relación al asesino, exigió justicia y que Pérez Tica “se pudra en la cárcel”.
