Durante años, la estufa a gas fue la principal aliada para enfrentar los inviernos en los hogares argentinos. Ya sea con tiro balanceado o sin salida al exterior, su presencia en los ambientes era sinónimo de confort.
Pero con el aumento en las tarifas de gas y el avance de tecnologías más limpias, este modelo de calefacción empieza a quedar atrás frente a una alternativa más eficiente: la climatización por paneles infrarrojos o sistemas eléctricos inteligentes.
¿Por qué cada vez menos personas usan estufas tradicionales?
Las estufas a gas no solo implican un gasto importante en la factura mensual, sino que también requieren mantenimiento, ventilación constante y pueden representar riesgos si no se revisan con frecuencia. Además, muchas veces calientan solo un sector limitado de la casa, lo que obliga a tener varios equipos encendidos al mismo tiempo.

Leé también: El truco que usan en China para mantener la casa caliente sin gastar de más en calefacción
En cambio, los nuevos sistemas de calefacción eléctrica inteligente ofrecen una alternativa más segura, económica a largo plazo y fácil de instalar, sin necesidad de conexión a gas ni salidas al exterior. Muchos se pueden controlar desde un panel de control central o con una aplicación para el celular.

La tecnología que reemplaza a la estufa tradicional
Uno de los sistemas más elegidos en la actualidad son los paneles calefactores por infrarrojo o los emisores térmicos de bajo consumo, que funcionan conectados a la red eléctrica y calientan de forma pareja y progresiva todo el ambiente.
- Paneles infrarrojos: se instalan en la pared o techo, y calientan por radiación directa, similar al sol. No resecan el aire, no emiten gases y tienen un consumo eléctrico moderado.
- Sistemas eléctricos inteligentes: permiten programar horarios, temperatura deseada por ambiente y hasta controlarse desde el celular.
- Suelos radiantes eléctricos o por bomba de calor: una opción más costosa en la instalación, pero ideal para construcciones nuevas por su eficiencia y bajo consumo posterior.
Leé también: El error común que sí o sí debés evitar con las estufas eléctricas porque puede provocar un incendio
Beneficios del nuevo sistema de calefacción
- Ahorro en el largo plazo: aunque la inversión inicial puede ser mayor, no requiere recargas de gas, ni mantenimiento constante.
- Seguridad: no hay combustión, llama abierta ni monóxido de carbono.
- Consumo inteligente: muchos modelos se apagan de forma automática cuando alcanzan la temperatura deseada.
- Silenciosos y discretos: pasan desapercibidos en la decoración del hogar y no emiten ruidos.
- Instalación simple: se enchufan como cualquier electrodoméstico y no requieren obras.
¿Cuánto consumen y cuánto se puede ahorrar?
Un panel calefactor de 400 a 600 watts consume menos energía que un aire acondicionado en modo calor. Si se combinan con una tarifa eléctrica adecuada y buen aislamiento térmico en el hogar, el ahorro frente al gas puede ser de hasta un 40% mensual, en especial en zonas con inviernos prolongados.
Además, muchos modelos son aptos para funcionar con energía solar, lo que los vuelve una excelente opción para hogares autosustentables.